Soles en misión

Son las 10 de la mañana de un Sábado cualquiera. En una esquina perdida de Caballito, un muchacho de no más de 20 años, toma mates sentado en el escalón de una casa. Espera. Está esperando al resto de sus compañeros para tomarse el 180. El viaje es largo, una hora y media hasta Isidro Casanova, partido de La Matanza, pero entre charla, mate y bizcochitos, siempre se pasa volando. Ni bien llegan, almuerzan un chori en la parrilla amiga de Don Aurelio. Con panza llena y corazón contento, se abren paso entre las calles de tierra, saludando a los chicos y familias que se cruzan por el camino. Piden las llaves de la Capilla a Memecha, la vecina de al lado. Preparan las actividades, cuelgan las banderas y los chicos ya van llegando para el Oratorio!

Desde hace 3 años, este grupo de animadores del Batallón 1 sintió el llamado de llevar su Siempre Listo, ese que aprendieron en el patio del Sanfra, a otro ámbito. La Matanza es el partido más poblado del conurbano bonaerense y una de las localidades más desiguales del país. Carros tirados a caballo, viviendas precarias, grandes fábricas y extremos de pobreza y marginalidad, conforman una realidad no tan lejana pero, quizás sí, un tanto ajena a nuestra cotidianeidad.

Acompañados y guiados por el padre Facundo Arriola, los Soles en Misión del Batallón 1, se integraron a la Comunidad de Jesús Buen Pastor, comenzando un Oratorio Festivo en San Antonio, una de las 14 capillas que forman parte de la Obra Salesiana en Isidro Casanova.

Saltar la soga, una pelota, un quemado, rescate de banderas, búsqueda del tesoro, canciones, danzas, dibujos, títeres, manualidades, todo vale en el patio-calle de San Antonio, para robar una sonrisa y dejar una enseñanza a los chicos.

Al terminar la tarde, la merienda, la reflexión del día y el saludo a los chicos hasta la próxima semana; con las zapatillas embarradas pero felizmente cansados, se vuelven los Soles en Misión para Almagro.